Biblioteca digitaliza la Semana Gráfica de los años 30 de El Telégrafo, tema que indagan alumnos de Literatura

La Biblioteca de las Artes lleva adelante el proceso de digitalización del archivo de diario El Telégrafo, del cual es su custodia. Soraya Campos, directora del repositorio de la Universidad de las Artes, señala como objetivo la conservación y preservación del patrimonio documental, así como poder facilitar el acceso a la información y difundir públicamente el patrimonio que alberga.

De las publicaciones realizadas por diario El Telégrafo, que datan de 1884 y de lo cual reposan 1.500 tomos en la bóveda de lo que originalmente fue el Banco de Descuento, la digitalización en marcha es del suplemento cultural Semana Gráfica. Isaac Bajaña es quien realiza con suma precisión esa labor, para la que utiliza guantes y mascarilla, pues son tomos de las décadas desde el 30 hasta el 90 (de junio de 1931 a diciembre de 1998).

La digitalización consiste, señala Bajaña, en pasar las ediciones del suplemento Semana Gráfica que están contenidas en tomos, página por página, por un escáner para lo cual debe tener en cuenta la ubicación del impreso y su adecuada iluminación, a fin de obtener resultados nítidos. Lo escaneado, agrega, pasa después a un portal donde podrá ser visualizado por los usuarios.

Isaac Bajaña está a cargo del Archivo de El Telégrafo; él trabaja en la digitalización de Semana Gráfica.

El trabajo parecería solo técnico, pero no. Campos revela que la digitalización va de la mano con las investigaciones que en la asignatura de Literatura Ecuatoriana 2 realizan 20 estudiantes de la Escuela de Literatura. La docente que imparte la materia es la doctora Siomara España, quien indica que formando grupos están haciendo un buceo documental de toda la literatura de la década del 30 y lo que converge.

“Estamos trabajando tres cosas. Desde la cátedra que aborda todo lo que es vanguardia literaria estamos buscando información sobre autores de esa época; la biblioteca digitalizará esos textos, esas selecciones que hagamos, tanto en imágenes como en texto; y, al finalizar, haremos una casa abierta”, revela España, quien es poeta, ensayista y crítica literaria.

Soraya Campos indica que, en esta actividad conjunta concebida con España, los estudiantes obtienen en Semana Gráfica información de fuentes primarias sobre autores nacionales de los años 30, su producción literaria y demás escritos inéditos. Menciona, entre otros, a José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Alfredo Pareja Diezcanseco, Enrique Gil Gilbert, Demetrio Aguilera Malta, Pablo Palacio, Leopoldo Benítez Vinueza, Ángel Felicísimo Rojas, Antonio Bellolio, Benjamín Carrión, Humberto Salvador y Nicolás Kingman.

También, sostiene, hay publicaciones de autoras como Rosa Borja de Icaza, Carolina Febres-Cordero y Aurora Estrada de Ramírez, quienes en Semana Gráfica encontraron espacio para difundir su pensamiento feminista y su producción poética y narrativa. Del humor gráfico: Virgilio Jaime Salinas.

“Hay muchos humoristas y caricaturistas y Semana Grafica tiene mucha información al respecto; unos muy famosos, que llegaron a ser reconocidos e incluso ilustradores de portadas de libros”, refiere España. “Lo que están haciendo los estudiantes es decantar en los temas que más les interese. Les he dado libertad porque quiero que generen su investigación a partir de esos intereses. Unos están trabajando lenguaje poético, otros de cómo son percibidas las mujeres en esa época y no quiero inducirlos”.

Formando grupos y provistos de guantes y mascarillas, a los alumnos de España se los puede ver en el primer piso de la Biblioteca de las Artes revisando cuidadosamente Semana Gráfica. Lo hacen en las horas que tienen la asignatura Literatura Ecuatoriana 2 e incluso en sus ratos libres. De entre ellos, Salma Pincay, Geovanna Goyes, Melania Vargas y Deyanira Gómez coincidieron en la importancia del trabajo de investigación.

Abordamos a las precursoras del feminismo en el Ecuador, lo cual en escuelas y colegios no se expone tanto como se debería como cultura general y no solo hablarlo al llegar a la universidad, comenta por lo experimentado Vargas. Así descubrieron a Zoila Ugarte, Hipatia Cárdenas y Alicia Calixto Henríquez, cuya información no se encuentra en los sitios webs. Gómez coincide y pondera el poder realizar la indagación físicamente, “revisar estos archivos nos ha permitido transportarnos a la época, a la historia literaria del Ecuador”.

Siomara España comenta que la investigación que realizan se fortalece también el vínculo entre los estudiantes. Además, siempre se piensa que toda la información está en internet y no es cierto. “Las bibliotecas cumplen un rol fundamental, los archivos, las hemerotecas, nada es como el acercamiento a un libro, un texto, permiten y se siente una relación más directa con el tiempo”.

La docente manifiesta que su área de investigación es la literatura, de allí que el ejercicio que realiza con sus estudiantes no es nuevo. Hace dos semestres, por el centenario de “Las cruces sobre el agua” buscaron a través de la información periodística toda esa relación que había con la novela de Joaquín Gallegos Lara y el acontecimiento real, lo que pasó en la matanza obrera que se documenta en la obra del escritor ecuatoriano”.

Lo indagado, agrega, terminó también en una casa abierta. “Fue un descubrimiento para ellos (los estudiantes que participaron), pues veían cómo la información salía desde un sesgo y los personajes de la literatura son también de la vida real, como Alfredo Baldeón, uno de los que fallecieron en la matanza. Tenemos un archivo riquísimo para los estudiantes. Hay material precioso, lo que falta es tiempo para investigar”, dice España respecto al Archivo de El Telégrafo.

Fotos: La docente Siomara España, de la Escuela de Literatura, en la labor de investigación que lleva a cabo junto con sus estudiantes de la asignatura Literatura Ecuatoriana 2.

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