Teatro de Sombras, técnica que estudiantes UArtes adoptaron para un proyecto con Ría

Ana María González, directora de la Sala Ría de la Biblioteca de las Artes, fue la encargada de dar la bienvenida a quienes se conectaron vía Zoom al conversatorio en el que se presentó el Proyecto Teatro de Sombras, desarrollado por estudiantes de la Universidad de las Artes. Sucedió este martes 11 de mayo de 2021, poniendo en evidencia –como dijo su anfitriona– de que pese a la pandemia por COVID-19, que impide abrir las puertas de ese espacio de creación y educación en artes para niñas, niños y adolescentes, las actividades no han dejado de desarrollarse.

“Nos mantenemos juntos con conversaciones, talleres, muestras de artes, cuentos, historias y proyectos como el que presentamos hoy”, dijo González antes de dar paso a los estudiantes. También invitó a la audiencia a seguir las cuentas de la Biblioteca de las Artes y de la UArtes, a fin de mantenerse informada de la nutrida agenda de eventos online.

(Los estudiantes UArtes) han realizado una interesante investigación para la clase Laboratorio con la Comunidad, que dicta el docente Pedro Mujica; esta ha culminado en un producto muy bien logrado, el cual ha sido difundido por Ría y la Biblioteca de las Artes en sus redes, señaló González y mencionó como autores del proyecto a Bryan Hinostroza, Alain Cortez, Érika Chanatasig y Magdalena Sacasa.

Antes de dialogar con ellos, González mostró un audiovisual que daba cuenta de lo logrado mediante el Teatro de Sombras. “Ellos cuentan historias”, anotó y enseguida se vio El señor de las tierras, un relato oral de la comunidad de Ozogoche (provincia de Chimborazo), a través del cual se comparten creencias ancestrales.

Compartiendo pantalla con un despliegue de diapositivas, Erika Chanatasig manifestó que pertenecen al grupo de teatro Sombras y que su proyecto es inter y transdisciplinar que permite jugar en el imaginario del infante haciendo uso de la memoria colectiva, en este caso las leyendas.

Que buscaron se convirtiera en una herramienta interactiva, pedagógica y educativa, abonó Magdalena Sacasa y reveló que la investigación surgió tras plantearse inquietudes sobre lo que era el Teatro de Sombras y sus orígenes, concebido a partir de leyendas. Unos lo ubican desde la Prehistoria y otros, en los países asiáticos como India y China, agregó, anotando que de este último se da cuenta que la técnica apareció con una historia sobre la fallecida esposa de un emperador. Quienes estaban en su corte trataban de reanimarlo y buscaron varias alternativas, como juglares y teatro en vivo. Uno le dijo que podía revivir a su consorte y colocando una tela blanca entre dos árboles, una figura femenina y unas lámparas lo invitó a sentarse a distancia y contemplar la silueta. Al hacerlo, el monarca revivió en su memoria a su esposa.

Aparecen así las técnicas de sombras, que fueron llamadas chinas o chinescas; al expandirse este recurso surgió el Teatro Negro de Praga, pero con mayores técnicas de luz. “Como grupo nosotros también tomamos leyendas para mostrarlas a nuestro grupo objetivo”.

Sacasa refirió que dentro de este escogieron a un público de 8 a 12 años, apuntando a la Sala Ría y su propuesta de fortalecer los espacios de diálogo. Se unieron a esta visión de atención prioritaria, más aún en tiempos de pandemia.

En su intervención, Alain Cortez mencionó la necesidad de rescatar esos mitos y leyendas que se divulgaban de forma oral de una generación a otra. Uno de los aspectos negativos de la globalización es que, a través de los medios de entretenimiento dominados por las culturas hegemónicas, se generó un proceso de transculturación que deviene en la pérdida de la identidad nacional. “Retomar nuestra cultura y aportar, por ello tomamos estos cuentos orales que pudieran perderse y los adaptamos al Teatro de Sombras en un proceso analógico de creación”.

Ana María González preguntó acerca de las historias elegidas, todas de terror. Erika Chanatasig tuvo la respuesta, pues justamente intervino contando el proceso de preproducción de las obras teatrales. Que hubo mucho material, dijo. En unas les colaboró el docente Pedro Mujica y otras se consiguieron y determinaron a nivel grupal. Además de la presentada, La leyenda de Yambo, La leyenda de Cantuña, El pez gigante (colección Nishpa Nikuna) y La chica de Durán.  

Contó, asimismo, que el Teatro de Sombras es económico, puede el proyecto ser dictado para los niños como taller, ya que los materiales pueden salir del mismo hogar: cartón, papel transparente, goma, tijeras, linternas… Chanatasig se refirió también a la personificación de voces y Bryan Hinostroza, a la producción musical. Dijo que jamás se involucró en teatro, y menos para niños, por ello resaltó la experiencia de introducirse en el cuento y los personajes y de cómo lograr que los niños se animen a ver la producción.

Más allá de la musicalización, Hinostroza trabajó efectos de sonido, a fin de no distraer a los niños  y sea solo un acompañamiento en el relato. Alain Cortez, como estudiante de Cine, aportó igualmente con sus efectos, añadió. En conjunto se encargaron de definir el sonido para cada escena, personaje o sucesos; marcar los tiempos; y, las mezclas.    

De la experiencia conjunta, Ana María González destacó que cátedras como Laboratorio con la Comunidad “son oportunidades importantes que la UArtes les da a sus estudiantes de trabajar en situaciones que los desafíe y ayude a probar nuevas formas o nuevos motivos para producir. Muchas veces, como en el caso de Magdalena, Alain, Bryan y Erika, estas experiencias devienen en proyectos personales muy interesantes”.   

Link de la presentación: 
https://fb.watch/5rGziXebqX/