“Biblioteca de las Artes, un centro cultural comprometido con la ciudadanía”

Por su primer aniversario, en la Biblioteca de las Artes se desarrolló hoy, miércoles 15 de enero, un sencillo pero significativo acto de conmemoración, el cual estuvo presidido por el rector de la Universidad de las Artes, doctor Ramiro Noriega, a quien Pilar Estrada, a cargo del repositorio, señaló como su visionario.

Que le agradecía en nombre de Guayaquil, dijo la gestora cultural, pues le hubiera gustado en su etapa de estudiante de artes contar con un espacio así. “Tener un tesoro como este abierto al público es quizás uno de los grandes aportes que se le ha dado a la ciudad; 5.000 metros recuperados para la ciudad”, anotó y lo calificó como un espacio comprometido con la ciudadanía, que cada día recibe más gente y más maneras de hacer arte, siendo es una de sus mayores virtudes. “Un centro cultural que acoge diversas manifestaciones, un espacio para replantear cómo entendemos la idea de la cultura, del archivo, de la ciudad”.

Pilar Estrada destacó también que madres y padres de familia acuden con sus hijos todas las semanas; es un trabajo maravilloso el que se realiza en espacios como Ría, de creación y educación en artes para niñas y niños, “para acercarnos a lo que significa crear y entender las sensibilidades que permiten las artes”.

También en el acto celebrativo intervino el estudiante Olmedo Guerra, quien cursa el quinto semestre de la Escuela de Literatura y es pasante del Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes (ILIA). Él dio detalles de la convocatoria abierta para Preliminar, la primera revista digital para estudiantes, cuadernos de trabajo –indicó– que estará en la web de la UArtes. “Los proyectos artísticos que salen cada semestre quedaban almacenados y lo que buscamos es visibilizarlos, que se difundan y sean validados como un producto de investigación y producción académica y artística”.

ILIA suplió el vacío que había en la UArtes y se abrió la convocatoria. La propuesta de Preliminar es hacer una colección multiformatos que tendrá audios, videos, creaciones literarias, fotografías y otros tipos de registros artísticos.

Raúl Vallejo, director de la Escuela de Literatura y miembro de la Comisión Gestora de la UArtes, indicó recordar que en la novela El nombre de la Rosa, de Umberto Eco, hay una biblioteca cerrada que guarda libros para no ser vistos ni leídos. Una de sus líneas argumentales gira en torno al descubrimiento del segundo libro de la poética de Aristóteles y la idea de que si Jesús rió o no durante su prédica. Guillermo de Baskerville, el monje franciscano que va a la abadía de benedictinos porque hasta crímenes se suscitan con tal de que los libros que desacralizan a Jesús no se lean. Al final hay un gran incendio. “Esos pergaminos, esa noción de la biblioteca como espacio cerrado, como conservadora del saber, ha ido evolucionando hasta convertirse a lo que es ahora: una biblioteca de estantería abierta. Un espacio de llegada de la gente para entender no solo la relación con el libro, sino con el arte y la cultura en general, precisó.

“Me interesa reflexionar cómo en la ciudad un espacio dedicado a la banca y finanzas, se transforma en un espacio dedicado a la lectura, al arte y cómo eso transforma la imagen de la ciudad en su centralidad (…). Para quienes hacemos literatura la biblioteca es fundamental, es esa relación que tenemos con el libro físico, aun cuando ahora tenemos pergaminos y papiros electrónicos que se pueden encontrar en cualquier lugar, los libros digitalizados es una forma de acceder a libros de otras épocas, pero también a libros virtuales propiamente dichos”.

En su intervención, el rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, expresó que cuando se inicia un proyecto de gran complejidad siempre se reflexiona en cuál es su trascendencia y si la tiene o no. “Cuando se piensa en bibliotecas la proyección es al pasado. La Biblioteca de las Artes no se aloja en una manera de hacer, sino que también se ilusiona con el futuro y encuentra su vitalidad en esa ilusión de futuro. De suponer unas dudas y está Natalia Tamayo (exdirectora de la biblioteca) para dar cuenta de esas dudas. Nos pasamos años trabajando, imaginándonos, pensando, discutiendo sobre qué hacer y cómo hacer”.

Sostuvo que la Biblioteca de las Artes no se hizo solo para la reserva. “(…) La diseñamos en forma de ser máquina compleja y ojalá flexible, que admita las creatividades, las dudas, los cuestionamientos de unas y de otros. Ha sido para mí como espectador, ya no en la gestión, ver en estos meses cómo va sucediendo ese enigma que nos superó de largo, cómo va llegando (el público) desde las 07h00 y va haciendo hábitos y encontrándose, ni siquiera con el edificio porque cuando son muy gloriosos da miedo entrar; ha sido emocionante ver cómo se ha utilizado, cómo va cobrando vida y cómo sucede. Eso, me parece, es su principal fuerza. Lo que están haciendo con el público es ilusionarnos todos los días y es increíble, maravilloso y conmovedor”.

“Tenemos el desafío de seguir creyendo en la ilusión y seguir apostando por la ilusión como el argumento de la política pública más importante y es, creo, nuestra inmensa responsabilidad”, señaló Ramiro Noriega. Tras felicitar a los equipos, el rector de la UArtes dijo que hay mucho qué hacer, “trabajar las colecciones y seguir mejorando los catálogos”.

El acto por el primer año de la Biblioteca de las Artes concluyó con el develamiento de una placa conmemorativa, Pilar Estrada recordó, además, las actividades que por el aniversario se desarrollan desde el lunes 13 de enero.