En el espacio de creación y educación en artes para niñas y niños de la Biblioteca de las Artes, Tambo Lector impulsa actividades para promover y lograr que niñas, niños, jóvenes y comunidad en general se acerquen a la lectura.

El Tambo de Lectura inició sus actividades en la sala Ría en agosto pasado. Al espacio de creación y educación en artes para niñas y niños de la Biblioteca de las Artes, ubicado en la planta baja del edificio patrimonial de Aguirre y Pichincha, llegó con actividades propias de lectura para los estudiantes de escuelas y colegios que lo visitan, brindando, además, acompañamiento permanente. Así, en la agenda constan desde incentivos a la lectura con talleres hasta juegos dinámicos.

Por iniciativa del Plan Nacional del Libro y la Lectura José de la Cuadra, el Tambo de Lectura se instala en la Sala Ría por una gestión entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador, Fundalectura de Colombia, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la dirección de la Biblioteca de la Artes.

¿Qué es un Tambo de Lectura? “Una unidad que gestiona estrategias para lograr que niños, jóvenes y la comunidad en general tengan bases para acercarse a la lectura”, responde Paula Andrea Vélez, bibliotecóloga colombiana responsable en Ría de lo que también es calificado como un “lugar de concentración específico para realizar actividades de promoción lectora, con los que se espera vincular a todos los participantes de diferentes géneros y edades”.

La escritora y periodista ecuatoriana María Fernanda Ampuero es la directora de los 25 tambos lectores ubicados en el país. Paula Andrea Vélez comenta que la unidad desarrolla lecturas de varios géneros, como novela, cuento, poesía, biografía y crónica; pretende gestionar la lectura, no como una acción académica o educativa, sino como un contacto entre el lector y el libro, “desde el placer y el gusto”. Menciona que los tambos de lectura, también están en lugares no convencionales como por ejemplo en Quito, en donde se pueden encontrar dentro de hospitales, cárceles, centros de detención al menor, centro psiquiátrico, plazas y mercados.

“Dentro de la sala Ría se combinan las líneas académicas de la Universidad de las Artes –pintura, música, artes visuales, teatro y danza– junto a un eje transversal que es la lectura”, añade Paula Andrea Vélez, en donde se promueve así, el libre desarrollo de la personalidad y esparcimiento de los diferentes integrantes de la familia, animando de esta manera a la comunidad en general, a crear una cultura alrededor de las bellas artes. Como actividad transversal busca recrear el espíritu, crear lazos de unión entre las familias, ampliar la mirada al universo y descubrir que en los espacios que estaban confinados al silencio y solo al estudio –como las bibliotecas– también se puede reír y disfrutar, pero, sobre todo, soñar y dejar volar la imaginación.

De la agenda de Tambo de Lectura en Ría, Paula Andrea Vélez destaca que los miércoles, desde las 15h00, se desarrollan clubes de lectura para niños de 7 a 10 años. El último jueves de cada mes tienen lugar los talleres de animación a la lectura dirigidos a padres, profesores, cuidadores de niños, a fin de brindar pautas y estrategias que ayuden a mediar la lectura entre adultos y niños. Los sábados y domingos, a partir de las 11h00, el “Cuenta cuentos” para niños y para propiciar la lectura en familia.

En la reciente celebración del Día de los Fieles Difuntos, el pasado 2 de noviembre, se hicieron lecturas alusivas a la fecha. «Hablamos sobre nuestros difuntos, celebramos la vida, miramos la película ´Coco´ y dibujamos catrinas y panes de guagua”, comenta Paula Andrea Vélez.

Añade que para diciembre próximo se programarán actividades para jóvenes de 12 a 15 años.