El trabajo editorial en el Ecuador, desde lo independiente y lo académico
Para conocer un poco más acerca del trabajo la edición editorial en el Ecuador, desde lo independiente y lo académico, se desarrolló un conversatorio la mañana de este viernes 30 de abril de 2021. Lo organizó la Biblioteca de las Artes, a propósito de la reciente celebración del Día Mundial del Libro y el Derecho de Auto (el pasado jueves 23), y lo condujo el docente de la Universidad de las Artes, Fernando Montenegro.
Titulada “Las editoriales y sus retos”, en la cita virtual transmitida vía Zoom y Facebook Live intervinieron como panelistas Paulina Briones, de la editorial Cadáver Exquisito, y José Miguel Cabrera, director de UArtes Ediciones, ambos docentes de la UArtes.
Briones explicó que existía una obvia relación en la carrera de Literatura con el trabajo editorial, pero que la edición poseía elementos que solo pueden ser adquiridos a partir de la experiencia. Cabrera, por su parte, mencionó que el trabajo de edición lo escoge alguien cuya pasión se encuentra en la literatura y la escritura. El “ser editor” conlleva prácticas que van más allá de la corrección, cuyo elemento destacable es la comunicación constante que existe entre el autor de una obra con el editor.
En cuanto a la presencia de editoriales independientes, Briones hizo referencia de la evidente postura política que se exigió a sí misma tomar desde el momento en que dejó de lado ese término (independiente), sustituyéndolo por “autogestionada”, aclarando que el proceso editorial siempre es un ejercicio político en cuanto a las políticas editoriales que se impongan, dando como resultado diferentes procesos editoriales distinguibles entre sí. Por eso es importante enfocarse en la política editorial. Debe existir un orden para trabajar. Cuando uno piensa en el tema de la editorial universitaria, no se puede quedar en la producción y el catálogo dentro de la universidad, sino pensar en que se producen libros para que tengan circulación y vida propia.
Como complemento, Cabrera explicó la existencia de dos naturalezas dentro del ámbito editorial, en cuanto a los libros en los que se decide trabajar: los académicos, y los creativos. Al ser parte de una institución enfocada a las artes, las normativas de la UArtes Ediciones le exigen que haya un cupo equitativo entre ambos tipos de publicaciones. Dentro de este ámbito expresó que representa un reto llegar a esta cuota debido a que el ejercicio editorial le demanda conocimiento sobre áreas que no son su competencia (en cuyo caso expuso como ejemplo trabajar con algo relacionado a la Escuela de Artes Sonoras, cuyos temas no domina), pero que esto abre la oportunidad a trabajar en conjunto con profesionales que sí. El ejercicio editorial, dijo, es una oportunidad constante para el aprendizaje personal.
Continuando con el tema de las editoriales universitarias, Briones agregó que la distribución es un problema particularmente serio dentro del ejercicio editorial y señaló como ejemplo al Centro Editorial de América Latina (CEAL), enfocado a resolver esta problemática y optar por medidas que salgan del paradigma de distribución clásico, a fin de poder cumplir con su agenda. En cuanto a los capitales de las editoriales universitarias, se piensa que existen recursos, pero no es tan sencillo, ya que el accionar burocrático puede ser perjudicial para la producción. Se es víctima de todas estas instituciones que se encargan de controlar. Como una posible solución para la Universidad de las Artes, se puede pensar en tener una bodega dedicada para las editoriales independientes, lo que sería de beneficio mutuo, expresó.
Las dificultades burocráticas también fueron señaladas por Cabrera, quien en un reciente trabajo conjunto con la editorial Mecánica Giratoria se acordó responder individualmente al tiraje y la distribución en sus países correspondientes, debido a los impedimentos que existen en los canales oficiales. El trabajo editorial muchas veces requiere que se piense “fuera de la caja”, y se depende mucho de la voluntad de los implicados dentro del ejercicio.
En cuanto a la digitalización, Briones precisó que no tiene intenciones en incursionar en ese mercado, al menos de momento. Con esto, aclaró, no desconoce su importancia en el mercado de libros digitales. Señaló que son importantes al momento de llegar a más lectores de una forma más eficiente, sin embargo, no se puede negar que existe un apego a lo tradicional en cuanto a la costumbre de la lectura en físico, una sensación irremplazable y que, en tiempos de pandemia, se ha visto presente sobre todo en las estadísticas, donde existe un aumento de la adquisición de libros físicos por sobre los formatos digitales.
Cabrera indicó que existe cierta utilidad en las versiones digitales de los libros, al ejemplificar una situación donde, por alguna razón, no se encuentra un libro particular en tu ciudad, pero ese mismo libro es fácilmente adquirible en un formato como PDF o Ebook, lo cual permite el acceso a información que, de otra manera, sería imposible obtener. Manifestó también las oportunidades que ofrece la digitalización, como la interactividad: un PDF puede contener vínculos que lleven al lector hacia otros recursos sonoros o visuales que alimenten el texto, a modo de hipervínculos.
Finalmente, Briones reveló lo que le esperan próximamente a la Casa Morada y a Cadáver Exquisito, donde comentó la reciente publicación de la obra completa de Gilda Holst, autora guayaquileña, exponente importante dentro de la insubordinación. Contó, además, sobre la reciente edición de Un hombre futuro, de Ernesto Carrión –ahora en mayo– y de los trabajos recientes del novelista Eduardo Varas y de Andrea Crespo, con su obra Los cielos de marzo. A pesar de la dificultad de la pandemia, es un momento fértil para las ideas gracias a una “revitalización del interés por la lectura”. Las dificultades que se prevén incluyen la cantidad del tiraje, pues depende de los lectores y de la edición, pero el equipo de trabajo promete excelentes resultados.
Cabrera compartió su emoción por lo que se viene para la UArtes Ediciones, como una obra titulada Samay UIO, donde se utilizará realidad aumentada por medio de un celular que permitirá al usuario ser testigo, gracias a las fotografías que incluye, de los ríos que antes existían en las calles de Quito y cómo estos fueron cubiertos artificialmente para la construcción posterior. También, Currulao de amores cimarrones, del autor Juan Montaño, una obra que combina el estudio académico en su narrativa junto a la creatividad de cinco cuentos de época. Y, la próxima publicación de José Manuel López, que estudia la relación entre el rock y la literatura en América Latina entre los 70 y el año 2000, Visionarios del ruido.
Link del conversatorio https://www.facebook.com/bibliouartes/videos/531066828311848/
Texto: Abel Cano, estudiante de la Escuela de Literatura.