Biblioteca de las Artes tuvo su segundo diálogo

Tal y como se anunció el día de la inauguración del Archivo Histórico El Telégrafo, el pasado 16 de enero, la Biblioteca de las Artes desarrolló este jueves 4 de abril el segundo de los diálogos programados para analizar temas relacionados con la historia, el arte, los fondos bibliográficos y las actividades con las cuales se busca afianzar una mediación cultural con la comunidad.      

Así, a las 19:00, al primer piso de la Biblioteca de las Artes llegó un público ávido por escuchar al historiador Ángel Emilio Hidalgo y a la artista visual Aurora Zanabria analizar el tema “Arte y Archivo”. Ambos, docentes de maestrías de la Universidad de las Artes, dieron detalles sobre su relación con el archivo histórico.

Teniendo como moderadora a Natalia Tamayo, Hidalgo y Zanabria expusieron sobre su relación con el Archivo Histórico El Telégrafo. La docente de la maestría de Fotografía y Sociedad en América Latina habló de las actividades de intervención desarrolladas con los alumnos de la UArtes y comentó de la adopción del archivo de fotos como objeto de arte, a partir del cual se puede crear una nueva representación y lectura.

Entender la relación arte y archivo, dijo, permite reinterpretar la historia, su capacidad de apertura al público desde otros usos y su posibilidad performática.

Ángel Emilio Hidalgo, en cambio, habló del archivo histórico, en general, como la fuente de información que permite al investigador desbaratar la historia oficial en busca de la otra verdad, de quienes desde las minorías o alejados de las élites no formaron parte del discurso oficial impreso en medios tradicionales.

Agregó que, como el conjunto de documentos y contenidos organizados cronológicamente, es necesario implementar acciones que garanticen la conservación, organización y desarrollo de esos fondos documentales que permiten a los investigadores históricos buscar esas otras narrativas ocultas.

Hidalgo señaló el trabajo realizado para el rescate y la visibilidad de fotógrafos, que con sus imágenes dejaron sentada la historia gráfica de Guayaquil a principios del siglo XX.

Luego de las disertaciones hubo preguntas e incluso investigadores contaron sus experiencias como tales. Hidalgo profundizó en el tema y reflexionó en que la historia no es un objeto maleable, sino una disciplina que se sirve de los archivos.