Inauguración del Archivo Histórico El Telégrafo, un reencuentro con la memoria

La inauguración del Archivo Histórico El Telégrafo que se cumplió este jueves 28 de febrero en el primer piso de la Biblioteca de las Artes fue un reencuentro con la memoria, con la historia del Ecuador de finales del siglo XIX y el siglo XX, pero, sobre todo, con la nostalgia. En ello coincidieron dos excompañeros de labores del Decano de la Prensa Nacional que asistieron al acto, presidido por el rector de la Universidad de las Artes, doctor Ramiro Noriega.

Eduardo Escobar trabajó 40 años como fotógrafo en el medio de comunicación, fundado el 16 de febrero de 1884 por Juan Murillo Miró. Él siguió los pasos de su padre y de su abuelo, Fausto y Simón, respectivamente. “Encontrarme con varias de las fotos que tomé entre los 80 y 90 me emociona”, comentó y aunque no dijo la edad en que empezó a trabajar allí señaló que entró en 1976 y se jubiló hace tres años.

Nelly Zurita también fue parte de El Telégrafo. Estuvo 7 años (desde 1989) en archivo y biblioteca, dos departamentos donde justamente se guardaban los tomos de los diarios desde 1886 y las fotografías en papel, negativos y slides. Nostálgicos, ella y Escobar recorrieron la exposición “Archivo de fotos de diario El Telégrafo”, compuesta por las primeras quince imágenes de las 1’400 mil que lo componen. “Es un ejercicio de aproximación que evidencia la mirada de un medio de comunicación sobre hechos ocurridos en Ecuador entre 1930 y 1990”, explicó Natalia Tamayo, coordinadora de la Biblioteca de las Artes. 

La muestra, que se abrió ayer y permanecerá dos meses, fue parte de la jornada inaugural. En su intervención, el Dr. Noriega indicó que el archivo llegó a la UArtes en escombros y recordó el acuerdo tripartito de cooperación interinstitucional que firmó el 22 de octubre del 2015 con la Empresa Pública El Telégrafo y el entonces Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano (MCCTH).

“La historia de este archivo da cuenta de las instituciones del país, en este caso de una periodística como diario El Telégrafo que sigue activo, ahora como medio público; del sistema financiero del Ecuador, de los vaivenes políticos y económicos. El archivo como lo conocemos viene a ser un sobreviviente de un fenómeno en el Ecuador, donde los fondos documentales y la memoria han tenido enormes dificultades para prevalecer”, dijo Noriega.

El rector dio paso a un diálogo sobre “Arte, Memoria y Patrimonio”, en el que participaron como panelistas la Dra. Ana Carrillo, docente de la UArtes, y el Dr. Florencio Compte. María José Icaza, directora de Vínculos con la Comunidad de la UArtes, actuó como moderadora.

Compte trató sobre Karl Kohn, el arquitecto que diseñó el Banco de Descuento, inaugurado en 1954 y recuperado y convertido hoy en la Biblioteca de la UArtes; su obra y lo que esta significó para la arquitectura del Ecuador. El también decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica dijo que en el trabajo del checoslovaco primaba lo funcional, ya que todo debía ser pensado para ser útil. La belleza tenía que salir de la utilidad, es decir, la forma siguiendo a la función.  Desde su llegada a Ecuador, a inicios de la década del 40, Kohn confesó que le sedujo la riqueza artística y arquitectónica de la capital.

Florencio Compte mencionó que muchos críticos de la arquitectura ecuatoriana consideran que el edificio del Banco de Descuento es la mejor obra de Karl Kohn, quien estaba entre hacer una infraestructura clásica, que comunicara solidez, o una de vidrio que comunicara transparencia. El desafío del checoslovaco fue grande, dado que años antes se había construido en la misma calle su competidor, el edificio La Previsora. Estaba, además, frente al poder político: el palacio de la Gobernación, cerca al del Municipio. Él optó por algo intermedio: un edificio clásico, con una clave contemporánea, y aprovechó la esquina para dar cara a los dos edificios del poder político, la Gobernación y el Municipio.

Tras la didáctica y amplia exposición de Compte surgieron preguntas y reflexiones entre los presentes. Uno recordó haber visto de niño la ejecución de la obra de Karl Kohn. Otro compartió con la audiencia la experiencia de haber trabajado en su juventud en la institución financiera. Y también hubo quien solicitó se rescate en la muestra de fotos y en todo lo concerniente al archivo histórico el pensamiento editorial que diario El Telégrafo acuñó desde sus inicios: Tribuna de la verdad sin temor, ni favor.